Hace aproximadamente dos años y dos meses nació Habibi Center. Entró al mundo cargado de ilusión, fuerza y energía, pero también con cierto miedo e incertidumbre.
Una pareja de amigos de Madrid se interesaron por el proyecto y decidieron ayudar a amamantarlo. Pronto se sumaron a esa ayuda varias personas más de su círculo, posiblemente a causa de la curiosidad por conocer a ese frágil Habibi.
A día de hoy, el proyecto está más sano y fuerte que nunca, ha crecido y madurado a pasos agigantados desde sus primeros días de vida y, por lo que se siente y se escucha directamente desde sus estudiantes, está consiguiendo los objetivos para los cuales dio a luz – proporcionar educación e ilusión a una juventud que atraviesa por momentos duros de inestabilidad y vulnerabilidad.
Solamente unos pocos de vosotros ha experimentado la magia de compartir tiempo y espacio con nuestra juventud, pero no por ello habéis dejado de mimarlos y apoyarlos desde la distancia. Todos vosotros tenéis una parte esencial de culpa de que este pequeño pero ambicioso bebé esté donde está.
Gracias de corazón por todo lo que aportasteis en sus primeros días de vida, y mil gracias más por lo mucho que seguís apoyándolo para que continúe siendo una realidad.
Gracias por confiar en Habibi Center.