Querida familia de Salamanca,
No existen palabras para agradecer vuestro apoyo a Habibi Center. Aunque, en realidad, en esta pequeña gran familia estamos acostumbrados a pocas palabras. Por el contrario, preferimos hablar con gestos, con hechos y con esfuerzo y trabajo.
Unos días atrás nos visitaron físicamente dos de vosotros. Físicamente, ya que con la energía y amor que desprendieron estamos seguros que una parte de todos vosotros también se desplazó a Atenas. Esperamos que cuando os crucéis con ellos en los próximos días también podáis sentirnos a nosotros, los que permanecemos por tierras helenas.
Desde esta esquina de Europa solo os podemos prometer trabajo, trabajo y trabajo para conseguir que nuestros jóvenes estudiantes adquieran valores y educación desde el amor y el respeto, y no desde el odio, la rabia y el miedo. Vosotros transmitís lo mismo y por esa razón os seguimos necesitando.
Un fuerte abrazo y, de nuevo, mil gracias desde Atenas a todos.